La condición de lo humano es la del ser finito que, al tener experiencia de su finitud, se asoma de algún modo a lo infinito. Esta peculiar forma de finitud es la que se vislumbra en las lecciones que forman este libro. Las tres tratan de asuntos referidos al conocer y al querer del hombre, y abocan a una toma de conciencia de la limitación que les es propia.