Considerada la principal obra del historiador holandés Johan Huizinga, fue traducida y editada por primera vez en España en 1929 por la afamada Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset. Su redacción fue motivada por la necesidad de ofrecer una mejor comprensión del Renacimiento, asumiendo como evidente que los siglos bajomedievales en el Ducado de Borgoña (Francia y Países Bajos) son los apropiados para comprender las últimas formas de la cultura medieval (que entiende en decadencia) y el origen de la cultura moderna. Entre estas formas culturales se incluye: el ideal caballeresco, la concepción jerárquica de la sociedad, la estilización del amor, la imagen de la muerte, los tipos de religiosidad, el arte y la vida, la sensibilidad estética o el espíritu religioso y la expresión plástica. En conjunto, nos plantea la imagen de autoconcepción idealizada de la sociedad, elemento fundamental en la Historia de las Mentalidades planteada por Marc Bloch y Lucien Febvre desde la Escuela de los Annales, y que caracteriza a Huizinga como pionero en esta línea historiográfica que gozó de gran fama a partir de los años sesenta.