La primera vez que alguien me habló de Sofía lo hizo en relación a otra pianista de la que en ese momento estaba recabando información, Mª Luisa Sanjurjo. Pero cuando realmente comprendí que me encontraba ante una figura que debía ser recuperada, fue al escuchar a la poeta María do Carmo Kruckemberg relatarme la trayectoria personal y profesional de esta mujer, que se había movido entre los intelectuales más importantes de su época y a la que muy pocas personas conocían en Vigo.