Ariadna tiene el corazón dividido: como un fuego se ha encendido su amor por Teseo, el joven llegado desde Atenas para matar al Minotauro o morir en el Laberinto. ¿Qué debe hacer? ¿Debe dejar que Teseo se pierda para siempre en el palacio de los cien intrincados pasillos? ¿O bien debe ayudarlo a matar a su hermano y luego huir con él de la cruel Creta? Pero, ¿pueden realmente decidir los hombres o son los dioses quienes tejen el frágil hilo de su destino?