El 6 de abril de 1994, el avión del presidente de Ruanda fue abatido por un misil. Al día siguiente el gobierno animaba a la mayoría hutu a asesinar a sus vecinos tutsis junto con aquellos hutus que intentasen protegerlos. De este modo daba comienzo el mayor genocidio de las últimas décadas. En los cien días que transcurrieron hasta que el Frente Patriótico Ruandés, la guerrilla tutsi, puso fin a la masacre haciéndose con el control del país, murieron 800.000 personas según los cálculos más conservadores, casi 10.000 al día, 400 a la hora, 7 por minuto;la mayoría de ellas a machetazos, el arma preferida. En este extraordinario reportaje -un clásico del periodismo contemporáneo- Philip Gourevitch emprende un viaje al corazón de las tinieblas para indagar en los motivos de tan atroz baño de sangre. Su prosa lúcida e inteligente desenmascara la pasividad de la comunidad internacional, que asistió paralizada a semejante carnicería, prefiriendo no asumir riesgos frente a un país que hasta el momento había sido modélico y que no tenía petróleo ni riquezas que ofrecer. El resultado, tras varios viajes por Ruanda y centenares de entrevistas y conversaciones con las víctimas y verdugos, es esta sobrecogedora narración -ganadora de numerosos premios internacionales como el Guardian First Book Award, el National Book Critics Circle Award, el George Polk Book Award y el Los Angeles Times Book Prize-, que no dejará indiferente a ningún lector.