Wright nos lleva en un viaje fascinante a través de las antiguas creencias sobre la vida después de la muerte, desde las vagas figuras que habitan el Hades de Homero, hasta la esperanza de Platón de una inmortalidad bienaventurada y, finalmente, hasta el siglo I, en el cual el mundo griego y romano (a excepción de los judíos) negaba sistemáticamente cualquier posibilidad de resurrección. Luego pasamos a examinar las antiguas creencias judías sobre estos mismos temas, desde la Biblia hasta más allá de los manuscritos del mar Muerto. Esto sienta las bases para un examen a fondo de las creencias cristianas primitivas acerca de la resurrección en general y de la de Jesús en particular, comenzando con Pablo y llegando hasta los albores del siglo III. El autor busca las mejores conclusiones históricas acerca de la tumba vacía y la creencia de que Jesús realmente resucitó corporalmente de entre los muertos, reconociendo que fue esta creencia la que hizo que los primeros cristianos llamaran a Jesús "Hijo de Dios". Con ello plantearon un problema político y otro teológico. Ambos conservan íntegra su índole problemática en el siglo XXI.