La fe de un físico reflexiona sobre el contenido fundamental de nuestro credo cristiano ?tal como se formuló en los concilios de Nicea y Constantinopla?, haciéndolo razonable para una mentalidad actual, científica ?ascendente? (que asciende desde la base fenomenológica de los datos experimentales a las más novedosas consideraciones teóricas). Como nos dirá John Polkinghorne, esto supone tejer un tapiz en el que ?si la urdimbre es el compromiso con el registro de la tradición cristiana, la trama es el compromiso con la comprensión contemporánea de nosotros mismos y del universo que habitamos?. En ese tapiz van apareciendo diversos temas de interés: nuestro ser humano con sus conocimientos y creencias, Dios y la creación, Jesucristo en la crítica histórica, en su muerte y resurrección y en la profundización cristológica, el Espíritu Santo y la Iglesia, la escatología y el diálogo ecuménico e interreligioso. El conjunto es de gran valor, tanto para el teólogo que desee dialogar con nuestra actual mentalidad científica, como para el científico que desee una comprensión razonable de la fe cristiana.