El parasimpático es el sistema nervioso que regula las actividades del cuerpo en reposo, estimulando la quietud, la relajación y la recolección en lugar de gastar energía. También es el nuevo poemario de Edgardo Dobry: un viaje sin idas ni vueltas a través de lugares y acontecimientos alejados en el espacio y el tiempo, redescubriendo sus afinidades secretas. El parasimpático pertenece al Paraná y a las aguas eternas que recorren el Hades. También al Pont-Neuf sobre el Sena y a la tramontana en Cadaqués, que convierte las casas en ocarinas sopladas por el viento. En estos poemas coexisten imaginarios y tradiciones literarias, estímulos que confluyen como afluentes de un río más grande: Juan L. Ortiz se da la mano con John Ashbery mientras Gabriel Ferrater los observa.