En 1975, coincidiendo con la muerte de Franco, el diario Baleares, de la Prensa del Movimiento, inició una transformación periodística en paralelo a la transición política. Nueve años después, tras ocho cambios de director y una reconversión tecnológica desfasada, el rotativo de Medios de Comunicación Social del Estado fue vendido a un grupo de empresarios mallorquines. En dos lustros, la vieja Redacción heredera de la Falange se había convertido en un hervidero ideológico que reflejaba la pluralidad de Mallorca y de España. Pero detrás de las páginas del periódico latían muchas historias personales y profesionales que hasta hoy no se han dado a conocer. Una crónica de los momentos convulsos de la transición democrática, de la vida cotidiana en las islas y de Baleares, el diario de mayor difusión en el archipiélago que terminó desapareciendo después de ser privatizado.