Emílio del Río nos descubre la herencia de la Antigua Roma presente en nuestro día a día. ¿Sabías que en las ciudades romanas ya se usaban los pasos de cebra? ¿Y que la Roma clásica tenía zonas centrales prohibidas al tránsito de vehículos? ¿Y que se aprobó una ley para limitar el desorbitado precio de los alquileres en Roma? ¿Y que quedaban en los bares a tomar unos vinos al acabar la jornada laboral? ¿Y que los primeros piratas no fueron los del Caribe, sino los del Mediterráneo? ¿Por qué hacemos el gesto de poner los cuernos o de la peineta? Las respuestas a estas preguntas y a muchas más están en este libro, lleno de humor, que recorre la vida cotidiana de la Roma clásica para demostrar que sentimos, amamos, vivimos y reímos como entonces. No encontrarás aquí el listado de emperadores ni las fechas de las batallas de los sesudos manuales de historia, sino el día a día de personas normales en las que nos reconocemos. Este es un libro pensado para los que no tienen ni idea del mundo clásico, para los que lo conocen pero no les interesa o incluso lo odian (se van a reconciliar) y, por supuesto, para los que lo aman. En estas páginas descubrirás que todos somos romanos sin darnos cuenta.