En las próximas décadas, el mundo entero sufrirá cambiosádrásticos en una segunda revolución política, social y económica,ácomparable con la Revolución industrial de los siglos XIX y XX,ásolo que mucho más extensa, más profunda y, sobre todo, másárápida. Ello es consecuencia de cambios demográficos y tecnológicos deáalcance histórico-universal, con el ascenso de China, India y otras grandesápotencias emergentes. ¿Cuál es el papel que en ese nuevo orden mundialáva a desempeñar Occidente y, en concreto, Europa? ¿Estamos preparadosápara afrontar los desafíos que nos retan? Y el más importante: mantenerásociedades que respeten las libertades políticas, económicas y, sobre todo,áde pensamiento, que tanta prosperidad y bienestar han aportado en lasáúltimas décadas, libertades que hoy se ven amenazadas, tanto dentroácomo fuera del viejo Occidente. «Nuestro futuro se va a jugar, se está jugando ya,áentre águilas y dragones, entre un Occidente debilitadoápero todavía orgulloso y soberbio, y un Orienteáque se sabe más y más poderoso y que no acabamosáde entender. Pues los pilares sobre los que se ha construidoáel mundo occidental están siendo barridos por la historia.»