Aquí se recoge el alma del objeto. El objeto no tiene alma, pero el hombre puede escribir sobre el objeto y dotarle de una. La poesía es la eternidad de lo que creamos. Todo lo infinito es de por sí hermoso. Aquí los mares y los ríos y la lluvia y también la tierra ocurren en la eterna oscuridad, en la eterna luminiscencia del universo.