En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme Así comienza la historia de don Quijote, un voraz lector de libros de caballería, en los que los caballeros andantes recorrían el mundo luchando contra gigantes y liberando princesas. Nada de lo que cuentan esas novelas es verdad, pero tanto le gustaban a don Quijote que decidió convertirse él también en caballero.