En una época en la que los héroes, eran simples hombres devotos de Dios, existían los que abnegados practicaban su devoción, ayudando a sus semejantes, dándoles seguridad y apoyo en su peregrinación a Tierra Santa. Estos hombres pertenecían a una Orden denominada, Pobres Caballeros de Cristo y el templo de Salomón. Esta es la historia de uno de esos caballeros y su fiel ayudante y amigo.