Las cosas representan nudos de relaciones con la vida de los demás, círculos de continuidad entre las generaciones, puentes que conectan historias individuales y colectivas, enlaces entre la civilización humana y la naturaleza. Nos instan a prestar atención a la realidad, a hacerla «entrar» en nosotros para oxigenar una interioridad de otro modo asfixiante. Muestran, asimismo, al sujeto en su envés, en su lado más oculto y menos explorado: el del mundo que afluye a él.En una travesía sorprendente que incluye, con lúcida coherencia, la visión de los clásicos del pensamiento y el análisis de las obras de arte, este libro aborda temas como el fetichismo, la memoria de las cosas, el surgimiento de las grandes tiendas, la nostalgia del pasado y las «naturalezas muertas» holandesas del siglo XVII.