Desde que, a finales del siglo XVIII, Alois Senefelder descubrió el efecto que el ácido nítrico y la goma arábiga producían sobre una superficie de caliza pulimentada, el arte y el oficio de la litografía se han diversificado y desarrollado hasta hacerse irreconocibles. En un principio fueron patrimonio exclusivo del artista diseñador. La litografía se utilizó más adelante con fines industriales (generalmente en detrimento de la calidad artística) consiguiéndose importantes adelantos técnicos, como el uso de la fotografía, las planchas de aluminio y el papel para copias reproducibles. El artista grabador ha adoptado todos estos métodos y pergeñado otros propios como la impresión tridimensional y la impresión de medios mixtos.Richard Vicary guía a los estudiantes de primeros cursos en su recorrido por esta serie de técnicas alternativas. Explica la química de la litografía, describe las características, ventajas e inconvenientes de las piedras y las planchas metálicas y pasa revista a materiales, prensas, papeles y tintas. Comenta la técnica del laminado y tiraje de pruebas en color y las dificultades que de ella se derivan para lograr un registro preciso. Las ilustraciones no muestran sólo detalles de sistemas y métodos de trabajo, sino también, cuando merece la pena, litografías de estudiantes y artistas consagrados.