En el centro de este estudio aparece la pregunta: ¿bajo qué condiciones los movimientos étnicos de protesta se convierten en conflictos de carácter violento? La tesis central aquí desarrollada resulta sistemáticamente puesta a prueba en cuatro casos concretos de regionalismo étnico (País Vasco, Cataluña, Irlanda del Norte y Quebec). Sin descuidar el problema -tantas veces ignorado en la literatura científica- de las consecuencias estructurales de una situación de conflicto continuado, el volumen termina con algunas propuestas destinadas a encauzar este tipo de situaciones.