Esta novela, escrita en 1809, inicia la fase de madurez de Goethe y está considerada como una de las mejores obras de la literatura universal. El título está tomado de las ciencias naturales, un concepto químico, e indica un poder místico, natural y demoníaco a la vez. El matrimonio representa el ordenado universo de la moral social, destrozado por la incontenible fuerza elemental del amor. La experiencia está observada con espíritu científico. El trágico final, la muerte serena y discreta de los protagonistas, restablece el orden superior de la vida matrimonial.