Juan Valera fue un escritor de horizontes no frecuentados por los españoles contemporáneos. Su curiosidad intelectual, su afición a la lectura de textos orientales, sus traducciones de la moderna poesía alemana -Goethe, Heine- y su familiaridad con la literatura griega clásica, le convierten en un escritor cosmopolita cuyo marco supera con creces el ámbito peninsular. Bajo una artificiosa máscara de hombre de mundo, se escondía una personalidad artísticamente vigorosa, la de un humanista con el impulso castizo de los románticos españoles, enraizada en la cultura rural de su Andalucía familiar. Como corresponde a un escritor de la talla de Juan Valera, «Pepita Jiménez» alcanzó rápidamente el éxito internacional, siendo traducida a varios idiomas, y ejerció sobre las novelas que le siguieron en el tiempo una triple influencia: el tema mostrenco, el modelo femenino y un conjunto de motivos literarios y elementos compositivos.