Enrique Jardiel Poncela consideró siempre el humor no como un rasgo estilístico, sino como un género literario en sí mismo. Para él, el humor es un lujo del espíritu que no todos pueden alcanzar. «Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?» es una novela que partiendo de los planteamientos misóginos del protagonista, concluye con el triunfo de la mujer sobre el hombre. Es posiblemente una de las primeras manifestaciones literarias de una transformación que no culminó hasta muchos años más tarde: la de una propuesta de nuevos esquemas para las relaciones sexuales.