A las maestras y maestros se los ve en los museos, pero llama poderosamente la atención la invisibilidad que proyectan los docentes cuando se adentran en el territorio del museo. Este libro propone una nueva mirada ante las posibilidades de aprendizaje que se refuerzan con el encuentro entre los educadores de museos y los profesionales de la enseñanza. Intentamos unir geografías y potenciar estrategias de acercamiento. Los museos, convertidos en catalizadores de actividades educativas, pueden servir para incrementar en todos nosotros los escenarios de duda, las zonas de frontera, las confusas relaciones con el entorno, y aumentar así nuestra conciencia de seres sociales, personas responsables e individuos respetuosos, encajando con la idea que tenemos de los centros educativos, como espacios generadores de expectativas.