Aunque mi nombre es Agnes Gonxha Boyaxhiu, todos me conocen por Teresa de Calcuta. Nunca me ha gustado hablar de mí, y ni siquiera he leído los libros que se han escrito sobre mi persona. Pero esta vez voy a hacer una excepción, tratándose de vosotros, pues los jóvenes siempre han ocupado un lugar preferente en mi corazón. He dedicado mi vida a los más pobres y de ellos he recibido su alegría y su esperanza.