Esta obra analiza la intervención de las mujeres en la promoción de arquitectura tanto en el ámbito civil como en el religioso dentro de la ciudad de Granada durante la Edad Moderna, más concretamente en el periodo comprendido entre 1500 y 1650;siempre en relación y comparación con la labor ejercida por los hombres y con el fin de poner en valor su contribución. Es por ello, que se identifica el trabajo tanto de mujeres que pertenecieron a grandes linajes como el de aquellas otras de una clase social más humilde. Todas ellas, de una manera y otra, vincularon sus nombres a una construcción. La obra aborda también otras cuestiones como la participación de las mujeres en el ámbito urbanístico o en la conformación y distribución del caserío granadino. Además, traspasa el umbral de las viviendas para conocer cómo eran los interiores de las casas que habitaron.