«Nacer y crecer en Nápoles agota el destino: vaya uno donde vaya, ya lo ha recibido como dote, mitad lastre, mitad salvoconducto.» Un hombre recuerda el verano desus diez años en un pueblo costero cerca de Nápoles, losaños en que se anhela un futuro desde el que sólo se puede mirar atrás. Entre la pesca y los libros, los paseos ensolitario y los encuentros con los muchachos del barrio,transcurren sus días, hasta que conoce a una niña sin nombre que le descubre el peso de palabras como amor o justicia. A los diez años, la edad se escribe por primera vez condos cifras. La inquietud y el deseo de crecer son másfuertes que la apariencia física;torpe cascarón el cuerpo infantil. Y permanece intacta la necesidad de protección que cura el calor de las historias familiares, lapresencia de una madre y el contacto de la mano amiga. Nombrado escritor de la década por el Corriere della Sera, ygalardonado con los premios France Culture, Femina Étranger,Laure Bataillon o Petrarca, Erri De Luca es uno de los autoresitalianos más leídos y admirados en más de veinte países: «Elúnico escritor auténtico que por ahora nos ha dado el siglo XXI»,Corriere della Sera. Su última novela, Los peces no cierran los ojos,lo ha encumbrado de nuevo entre los lectores y la crítica: «Un pequeño milagro», L?Unità;«De Luca nos cuenta qué es crecer conla cruda sensibilidad de la que es un gran maestro», Il futurista.