Aurora fue para Nietzsche una de sus obras básicas y fundamentales. En Ecce Homo, es la obra a la que más páginas dedica Nietzsche, así como un trato muy especial. Pero no sólo a posteriori, también en el momento de componerla y publicarla es plenamente consciente de que supone un acontecimiento: no sólo sabe que el contenido de Aurora es muy importante, sino que lo ve como algo único y especial. Aurora responde a una cuestión clarísima: indaga la procedencia de los valores morales del cristianismo, un «problema de primer orden, puesto que condiciona el futuro de la humanidad», y es eso lo que le lleva a iniciar «su campaña contra la moral».