El texto es un relato serio pero accesible de la arquitectura británica del siglo XX, a través del examen de los movimientos y cambios habidos desde 1900 hasta la actualidad. En su análisis se concede el mismo peso a los aspectos técnicos, económicos y morales, poniendo de manifiesto cómo la arquitectura ha respondido a necesidades sociales y presiones políticas específicas.