En este volumen se comienza a encauzar la lectura orante del Evangelio para ir reavivando los rasgos más importantes de la espiritualidad de Jesús. Así, antes que nada, hay que disponerse a recuperar en nosotros su espiritualidad, marcada por una confianza absoluta e incondicional en un Dios al que experimenta como Padre y Madre. Jesús actúa siempre, incluso en los momentos más críticos, movido por su confianza total en Dios.