La misión de Jesucristo, la de la misma Iglesia, no es otra que la de evangelizar. Pablo VI, en un documento que no ha perdido vigencia alguna, se pregunta qué es evangelizar. Este es el núcleo de la exhortación, que desarrolla también el espíritu, los contenidos, los destinatarios y las formas de evangelización hoy - mediante el testimonio, la palabra, los medios de comunicación, la homilía, la catequesis, los contactos personales, los sacramentos... En el momento presente, en que Juan Pablo II ha llamado a los cristianos a la nueva evangelización, la Iglesia misma tiene que sentir la necesidad de ser evangelizada. Este es, pues, un documento de la más plena actualidad.