Un libro sobre las dos primeras generaciones de mujeres psicólogas de 1879 a 1930, en los Estados Unidos, cuna visible de la Psicología como disciplina científica moderna. Sorprende descubrir hasta qué punto las mujeres psicólogas han sido sistemáticamente borradas de las narraciones históricas de la disciplina, perpetuándose el mito de una historia sin mujeres, mucho más cuando se constata que estuvieron presentes desde el comienzo de la institucionalización de la Psicología como ciencia, a pesar de las barreras y exclusiones de género. Sus nombres y contribuciones se han perdido con el paso el tiempo, se les ha negado reconocimiento y sus actividades han sido infravaloradas. Pero no se puede negar su existencia. Este libro trata de recuperar sus experiencias y analizar situaciones marcadas por la división sexual. Se analizan los mecanismos de exclusión que se alzaron respecto a sus compañeros, pero sin hacerlas víctimas pasivas de diferentes opresiones, porque ellas mismas crearon mecanismos de resistencia individual y colectiva. Un libro que, pese al paso del tiempo, hace caer en la cuenta de la analogía y actualidad de las situaciones vividas por las pioneras, como se expone en el Prólogo.