Es un libro importante para todos los profesores de estas materias, porque se centra en el proceso mediante el cual aprenden los alumnos, construyéndolo a partir de las ideas que ellos traen ya a clase, del modo como creen que suceden las cosas. En su mayor parte se refiere a un nivel de diez a quince años de edad, aunque los temas que se abordan tienen relevancia a todos los niveles de la enseñanza de las ciencias. Los autores analizan las discrepancias entre los objetivos e intenciones del profesor y los resultados de aprendizaje, y ofrecen pautas para reducirlas. Presentan abundante material para explorar las ideas existentes y la "ciencia de los alumnos", y expresivos ejemplos de situaciones de aula donde se percibe con claridad el impacto de esta "ciencia".