A lo largo de la historia, los ciudadanos se han negado a pagar impuestos en muchas ocasiones. En parte por ello, los Estados siempre han sido conscientes de que, más allá de cierto umbral, los impuestos se volvían peligrosos para los recaudadores. Sin embargo, hoy en día es raro ver reuniones multitudinarias en las que se reclamen menos impuestos y Estados más pequeños que los actuales. De hecho, en los últimos tiempos hemos presenciado manifestaciones de indignación contra el Estado precisamente por lo contrario, a pesar de que los Estados actuales, empezando por el español, son enormes en comparación con cualquier coyuntura pasada. ¿Qué ha sucedido? Este libro reconstruye la propaganda del Estado en España durante los últimos años del franquismo y la democracia, y advierte cómo en ella se apela una y otra vez a los valores antiliberales que finalmente se han convertido en hegemónicos. Desde las campañas con el célebre lema «Hacienda somos todos» hasta la machacona transmisión de la equívoca idea de que, en democracia, las actividades del Estado son la simple decisión consensuada de los ciudadanos. Así, el pago de impuestos desmesurados se ha convertido en la norma, lo cual ha provocado un debilitamiento de los ciudadanos y una merma de su libertad. Apoyados en la historia y la teoría, los autores presentan un análisis enormemente ilustrativo de la propaganda fiscal española, y un amplio abanico de argumentos liberales que revisan con amenidad e inteligencia el proceso mediante el cual el Estado se ha fortalecido a nuestras expensas. Pero también anuncian que esto no es irreversible.