La innovación y el espíritu emprendedor no son lo mismo, aunque los aspirantes a innovadores a menudo piensan en ellos de esa manera. Se les dice que tengan una idea y un equipo y que la hagan llegar a los potenciales inversores. Luis Perez-Breva defiende que para empezar a innovar no se necesita una idea rompedora sino una corazonada, un presentimiento. Y por supuesto, hace falta que haya un problema real que quieras resolver y que te entrenes para solucionarlo. Cualquiera lo puede hacer. También añade que nada es nuevo al comienzo. El proceso de innovar es empírico, experimental, no lineal y exponencial. El libro enseña asimismo cómo crear un kit para innovar y esboza preguntas que te ayudarán a pensar de manera distinta. Finalmente, muestra cómo sistematizar lo que has aprendido: abogar, comunicar, ampliar, gestionar innovando continuamente y documentarte.