Todos los libros de Verne se han ido cumpliendo paso a paso: el que habla del cine sonoro, el que adivina el batiscafo, los que intuyen los rascacielos, el helicóptero, la bomba atómica, la televisión, los satélites (...). Pero ¿es que esas cosas no estaban inventadas en la época en que vivió el escritor (1828-1905)? Pues no. Estas genialidades, muchos de estos inventos, los anticipó Verne en sus libros. El viaje de La vuelta al mundo en ochenta días está lleno de fantásticas aventuras. Y a lo largo de todo el libro conocemos a personajes curiosísimos, que hacen que esta obra no pase de moda y esté siempre en vanguardia. Es un relato increíble, en el que su protagonista, Phileas Fogg, nos lleva a lugares remotos en diversos medios de transporte.