Algo más de una veintena de voces de la joven poesía cubana se reúnen en esta antología que lleva por título Plan para matar al emperador. Son poetas que oscilan entre los veinte y los cuarenta años y que, aunque comparten muchas circunstancias de su origen cubano, no por eso dejan de mostrarse como un grupo heterogéneo, diverso, cambiante y múltiple en sus planteamientos éticos y estéticos. En todos ellos se aprecia un interés y un propósito por la vindicación del lenguaje así como un salto imaginativo que mira hacia lo universal sin renunciar a lo patrio.