La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos es a la vez recapitulación de los libros anteriores y el comienzo de una nueva etapa. Su poesía, nada impostada, habla siempre de lo cotidiano, aunque buscando en los nimios acontecimientos y emociones de la vida un sentido que la salve del dolor y la tristeza. La enfermedad, el recuerdo y la vivencia de sus allegados y otros momentos íntimos quedan transformados con hondura y belleza por su palabra, que, además, busca siempre el calor del arte (cine, música, libro) para dotarlos de un sentido existencial salvador y esperanzado.