El manuscrito del asesinato es una novela con una trama inusual y un planteamiento muy moderno para el canon que regía en esos años de la Golden Age de la ficción detectivesca. También es la tercera y última novela policiaca que publicó George Limnelius. El lector tiene en sus manos un único ejemplo de Bibliomistery en el que dos narraciones (los manuscritos de Joseph Marks y el de Torquil Swayne) transcurren de forma paralela a los acontecimientos que se van sucediendo a lo largo de la narración. Todo está muy bien armado, y según avanzamos en la lectura, nos adentramos en un ambiente cargado de conflictivas pasiones y escenas magníficamente desarrolladas en Londres, París, Plymouth y el Uruguay. Hay una serie de componentes comunes a sus anteriores novelas: los protagonistas pertenecen (o han servido) al ejército británico, circunstancia esta que aprovecha el autor para narrar pormenorizadamente, no sin alguna carga humorística, ciertos usos y costumbres de la vida militar que debía conocer muy bien. También en este caso, parte de la historia se desarrolla fuera de Inglaterra: en sus anteriores novelas era el África colonial donde sabemos sirvió como médico militar;aquí nos sitúa en una fábrica de conservas de carne en el Uruguay, de cuyo matadero nos hace una descripción detallada y un tanto morbosa. Episodio importante para la resolución del enigma, como también ocurriera en El asesinato del Fuerte Medbury. Esperamos que esta nueva entrega inédita en España que añadimos a la colección de novelas del periodo clásico del relato policial sea del agrado de los aficionados al género, y, en particular, de los interesados en los Bibliomisterys. Una excelente y desconocida novela policiaca del autor de El asesinato del Fuerte Medbury. Muchas personas odiaban a Sir Oscar Horton y en su noche de bodas una lo asesinó. La pista de quien lo hizo se encuentra en dos manuscritos, y a través de ellos, el jefe de policía Pryme intentará atrapar al asesino. George Limnelius es el seudónimo que Lewis George Robinson (1886-1950) utilizó para publicar sus tres novelas policiacas. The Medbury Fort Murder (1929), Tell No Tales (1931) y The Manuscript Murder (1933). Desarrolló una larga y distinguida carrera como médico militar en la Royal Army alcanzando el grado de coronel cuando se retiró por motivos de salud. También escribió varios libros de ambiente militar basados en sus experiencias, como Then a Soldier (1930), The General Goes Too Far (1936, llevada al cine en 1937 como High Command Alto Comando dirigida por Thorold Dickinson con Lionel Atwill y James Mason) en la que lo militar se mezcla con el misterio. No More Ancestors. A Military Divertisement (1938), también mezclando lo militar con una subtrama misteriosa y The Inward Glance (1940).