Aristóteles lo tiene todo: veintiún años, novio estable, unos padres que lo adoran, unas amigas majísimas que cuidan de él. Pero no le basta. Fantasea con otros amores, otros lugares, otras ocasiones. Como un joven Werther, perdido en sí mismo, atraviesa el verano madrileño. Hasta que conoce a Olivier y de golpe tiene menos idea que nunca de lo que quiere hacer con su vida. «Si Éric Rohmer hubiera sido menos mustio, este habria sido su Cuento de verano. Una novela muy divertida, muy refrescante y muy marica.» MARC GIRÓ