Esta obra nos ofrece una muestra de los nombres con que se han bautizado (en aquella época era inexcusable) nuestras gentes de Tierra de Campos y de muchas otras partes de Castilla y de España. Fue así durante generaciones y ya casi se han olvidado o incluso perdido. En casi todos los casos, se trata de los nombres de nuestros antepasados, aunque también de personas que todavía siguen con nosotros, legándonos nombres singulares, curiosos e incluso únicos. Ahora pueden resultar graciosos o propensos a la burla, pero no hace tanto se pronunciaban con la mayor normalidad;merecen sin duda preservarse, aunque sea a través de este modesto estudio onomástico dedicado a su memoria. Aquí, el amable lector podrá conocer su origen, anécdotas o notas biográficas de personajes ilustres con los que comparten nombre y, con un poco de ¿suerte , reconocerse en alguno de ellos (tal es el caso del propio autor). Sirva como reivindicación de un tiempo en que los nombres los dictaba el santoral, el cura, los ancestros o la costumbre y no las modas o los neologismos infiltrados a través de los medios de comunicación.