Sorolla tiene un don extraordinario para la pintura, un dominio de la misma que va mucho más allá del virtuosismo para, con ánimo sereno y radiante, adentrarse en un arte capaz de plasmar lo voluptuoso de los sentidos, el fulgor de la luz, la alegría de la vida.verdad de su instinto. Es un primitivo clásico."orillas de un pantano, los absorbe como una esponja. Allí se rinden al lodo, a las flores de jazmín, a la música, a la extrañeza del idioma y al insoportable verano, pero, sobre todo, se dan de bruces con la descarnada realidad del comercio de seres humanos, un mercado que nunca se detiene. Descubrirán que Nueva Orleans es una colmena de identidades heterogéneas donde se venden mujeres apresadas por las calles y donde el capitalismo muestra su pulsión primitiva, la más esperpéntica. cenas cotidianas en las que ante todo importa lo que no se dice, Miguel Dueñas va trazando un relato, delicado y turbador a la vez, sobre los secretos familiares y sobre el quiebre de esa aparente normalidad que nos protege del caos. «Una trama bien trazada, con una prosa persuasiva y cuidada que nos envuelve».Mara