En todos los territorios, cada vez más personas, colectivos y organizaciones activan respuestas individuales o colectivas ante retos a los que nos enfrentamos: ecológicos,económicos, culturales, sociales, etc. Esas respuestas son las que llamamos borradores del futuro, utopías concretas, prototipos, alternativas. Suelen ser marginales, poco visibles, de un tamaño reducido. Esos bocetos de sociedades posibles se desarrollan en un mundo en el que los relatos sobre el futuro son en su gran mayoría distopías, historias de un porvenir catastrófico, que alertan eficazmente sobre los peligros a los que nos enfrentamos, pero tienden a paralizar el movimiento. ¿Si el futuro es la crónica anunciada de un fracaso, para qué dedicar tiempo y energía a construir otros modelos En este contexto, es necesario activar canales de transmisión de iniciativas reales ancladas en un territorio. Construir ficciones e imaginarios a su alrededor es una manera de hacerlo. Para ello, desde Borradores del futuro, invitamos a autores/as a fabular en torno a alternativas existentes, creando narraciones especulativas que nos permiten vislumbrar qué pasaría en un futuro, más o menos lejano, si esas alternativas llegaran a expandirse.