Parece una fábula es un cuento y su génesis. Una fábula junto con su condición de posibilidad. Una historia fantástica cuyo autor aparece, entreverado, en un segundo relato. Sin embargo, la novela no trata del vínculo entre un autor y su obra, sino de la distancia que hay entre los dos. Parece una fábula no es una novela política, pero tiene un manifiesto. Uno escapista. No capitalista: que nada sirva para nada nunca. El amor, el juego y el arte. Todo lo bueno de la humanidad.