Madera de eucalipto quemada nos sumerge en las vivencias inolvidables de una niña de siete años en la Etiopía rural de principios de los años 2000 antes de ser adoptada por una familia catalana. Ya de adulta, se sigue preguntando el porqué de las condiciones de vida de la población etíope rural de la que formó parte de pequeña ?especialmente las de las mujeres?, a la vez que analiza cómo se vive con más de una identidad y qué significa perder y recuperar la lengua de la infancia. La riqueza del testimonio de la autora puede ayudar a deconstruir las visiones paternalistas y eurocentristas que todavía imperan hoy en día, acercando el lector al nomadismo de la autora y haciéndolo viajar con ella a través de los diferentes niveles de narración intercalados. Madera de eucalipto quemada es uno de aquellos textos que se leen de una sentada;necesario e imprescindible para entender nuestro mundo.