Encierra este libro vocación de bofetón en la cara con la mano abierta. Su axiomática: «Poesía no está en casa, Poesía nunca está donde ya ha estado». Por ello, está armado a base de materiales repudiados por la lírica para apuntar a su misma yugular. Y ya que se pone, dispara contra casi todo lo demás con un humor que hace daño y sabe a bilis. A medio camino entre un libro y un atentado, Poetiza como puedas es, según su autor, poesía contra la poesía. O tal vez no, quizá todo lo contrario. Tal vez se trate de una misión de rescate, una descarga de desfibriladores, un revulsivo. Y, si no tanto, quizás sí una maniobra de Heimlich, un mucolítico con que descongestionar a poesía de la idiotez supercalifragilística.