ATLUS era una modesta compañía japonesa que necesitaba un RPG que la definiera y resultara rentable, para poder hacerse con un hueco en un mercado dominado principalmente por Dragon Quest y Final Fantasy. Shin Megami Tensei, su saga insignia, no terminaba de lograr la repercusión deseada y, con el paso de los años, la escasez en ventas y una serie de malas decisiones estuvieron a punto de borrar ala empresa del mapa, aunque, milagrosamente, salió a flote. Tras años de experimentación, encontró la fórmula que la llevaría al éxito: Persona. Esta franquicia derivada de Shin Megami Tensei surge de la psique humana y no deja a nadie indiferente: su cautivador mensaje ha logrado encandilar a millones de jugadores de todo el mundo, gracias a la implicación emocional que representa y su invitación a reflexionar sobre nuestra propia naturaleza.