Escenarios urbanos de cine se atiene a un esquema cronológico, desde los inicios del negocio cinematográfico hasta los años setenta, recomponiendo un largo trayecto que va de los Lumière hasta los Situacionistas, plagado de movimientos brillantes e irrepetibles, como el Neorrealismo y la Nouvelle Vague, y con obras de cineastas imprescindibles y muy distintos entre sí, encuadrados sobre todo en las capitales mencionadas en el subtítulo: París, Berlín, Moscú, Nueva York y Roma. La originalidad y la innovación se han conseguido al no ceñirse estrictamente el libro a las relaciones entre el cine y la ciudad, incluyendo también las artes plásticas, sobre todo la pintura, y además la arquitectura. Como escribe el autor, el cine y la arquitectura son «actividades singulares de modificación de lo existente» y el texto tampoco se circunscribe a una ciudad determinada por cada capítulo, porque en la mayor parte de ellos se relacionan títulos rodados por cineastas en otras poblaciones diferentes, alcanzando valor tanto para quienes no tienen conocimiento sobre este tema como para especialistas, ya que en cad