La poesía de Miguel Sande explora ese mundo agridulce que nos ofrece el día a día, todo lo que la cotidianidad promete de extraordinario e inesperado. Y, al mismo tiempo, también nos adentra en esa zona que surcan quienes sienten que han iniciado eso que llamamos «el camino de vuelta». El autor profundiza en las zonas grises de nuestra conducta, en los detalles que deseamos ocultar y que él nos expone con ternura y dureza en una mezcla difícil e inaudita;como la propia existencia: Brindis y desesperación, las dos caras de la vida. «Miguel Sande hace que nos enfrentemos a nuestra propia realidad con una franqueza que a veces llega a intimidar»Manrique Fernández (Escritor y crítico literario)