«La democracia o es antiestática o no lo es», afirmaba Miguel Abensour. En sus obras, el filósofo francés concibe la utopía y la democracia como elementos cruciales para abordar de forma actualizada la comprensión de los movimientos sociales emergentes que se muestran justamente en clave de irrupción y con voluntad de permanencia. En éstos, según propone la obra abensouriana, se da una clara politización de la sociedad civil que se concretiza en la toma de palabra y en la acción originaria. El libro de Jordi Riba nos explica cómo la democracia según Abensour no es un régimen político o una forma representativa de gobierno, sino un movimiento, una pasión, una forma de acción política que combate la dominación.