¡¡La familia Osabe se desmorona!! La recuperación de Shige trae consigo una tormenta de efectos devastadores. Seiichi ve cómo la pregunta que nadie había querido hacer en voz alta hasta entonces resuena ahora con claridad una y otra vez: ¿empujó Seiko a su sobrino en aquel precipicio? Un día, al volver de la escuela, el muchacho se encuentra con una reunión familiar para aclararlo todo. Cuando la tía por fin se lo pregunta directamente a Seiko, esta responde: "Así es. Yo lo tiré". ¡En ese momento, el dolor y la rabia se apoderan de la habitación...!