Del prólogo de Benito del Pliego: «Una selección, una muestra, una antología de la obra de una autora es, cuando los lectores tienen la oportunidad de acceder a esa obra libremente, poco más que la interposición de un tercero el editor entre la escritura original y sus lectores. Nada que no pueda conseguirse, sin restringir las posibilidades de otros recorridos, con un artículo crítico que, a la manera de una guía, ofrezca las claves de su mapa. Una muestra despliega ese mapa recortando el paisaje, haciendo túneles, encauzando el recorrido mediante una selección y una estructura que reordenan una obra. Sin duda los atajos son útiles cuando el terreno que se trata de recorrer es amplio y está cruzado por las dificultades que pueblan los grandes espacios abiertos, pero restan al lector el tipo de esfuerzo sostenido y la indeterminación que quizás sean fundamentales para la experiencia poética. En cualquier caso, podríamos pensar que una antología es prescindible, o al menos opcional, si la obra antologada está disponible en otros formatos. Sin este presupuesto, la muestra se convierte, a pesar de sus particularidades, en una avanzadilla que bosqueja el mapa de un terreno desconocido. Este es el caso de la presente muestra».