Janna es buena en su trabajo, o eso cree, hasta que la despiden. No muy satisfecha con esto, decide subir a las oficinas del jefe del Holding Stemphelton. Su sorpresa es encontrarse al atractivo James Stemphelton, esperándola para hacerle una proposición. Desde ese momento Janna se pasa las semanas fantaseando con todas las cosas que podría hacerle a su jefe. Para James Stemphelton, el proyecto de Janna es lo mejor que ha visto en mucho tiempo, justo lo que quiere para su proyecto de Cadwell, solo le falta un pequeño detalle. Los terrenos y la mansión a reformar, son de su padrastro, que no piensa venderlos a menos que James siente cabeza y se case. Su sueño está al alcance de su mano... ¿sería tan descabellado pedirle su nueva jefa de proyectos que finja ser su prometida?